El presidente de la Federación Mundial de Ajedrez juega una partida con Gadafi en Trípoli.

"No soy político, fui como deportista", puntualizó Iliumzhínov, que en marzo de 2003 fue el último dirigente ruso que visitó a la familia de Sadam Hussein en Irak, antes de que comenzara el bombardeo norteamericano. Iliumzhínov afirmó que se encontraba en Trípoli en el marco de una gira para promocionar el ajedrez en África. Según explicó, fue Mohamed el Gadafi, jefe del Comité Olímpico libio e hijo de Muamar, quien le transmitió una invitación de su padre para jugar una partida. Durante el encuentro, que duró unas dos horas, Iliumzhínov y los dos Gadafi bebieron té y conversaron.
En esa conversación, el presidente libio dijo que no tenía intención de abandonar su país, porque esa era su tierra y el lugar donde habían perecido sus hijos y sus nietos. Sobre la posibilidad de retirarse de sus cargos, Gadafi recordó: "No soy ni primer ministro ni presidente ni rey y no tengo ningún puesto en Libia, y por lo tanto no tengo ningun cargo que deba abandonar".
El resultado de la partida entre el funcionario internacional y el líder libio fue un empate."Gadafi es un aficionado, más flojo que yo. Así que estuvimos de acuerdo en empatar", dijo Iliumzhínov, quien valoró el estado de ánimo de su contrincante como "muy tranquilo, muy normal". A diferencia de Gadafi padre, su hijo Mohamed es "un jugador serio", que "conoce toda la teoría del ajedrez". Sobre la capital de Libia, Ilumzhínov exclamó: "No es el Trípoli que yo conocí".
EL PAIS.COM Pilar Bonet, Moscú 13/06/2011
La noticia recogida en el diario Ideal de Granada: TABLAS CON GADAFI
No hay comentarios:
Publicar un comentario